LA SANIDAD DE REUS ACTUAL, DEBEN DARNOS UNA RESPUESTA.
Posiblemente no sea bien venido el escrito, pero cualquier ocasión es buena para explicar lo que la sociedad piensa y dice...
Si hay un tema especial y general en la sociedad plural, es la atención a las personas sobre la salud. Al igual que el sistema de salud, podemos hablar de la cultura, la enseñanza en general. Estos temas junto con el paro, son las bases de una gran nación, de un país. Si estas bases funcionan, seguro que el país funciona. ¡Porque la pobreza es la causa de todas ellas juntas!
Transcurrido el paréntesis veraniego, lo que es seguro, es que (por diversos motivos), la situación asistencial, económica y política alrededor de la Sanidad de los CAPs, y con la integración del Hospital San Juan de Reus, a la red sanitaria catalana seguirá dando mucho que hablar. Pues el actual sistema de gestión, que durante años pasados fue un modelo a nivel nacional, llevamos muchos años, y más a partir de la pandemia de la COVID-19, que ha caído en picado...
Actualmente la sanidad pública se está deshaciendo a favor de la privada, estamos viendo que el Estado en general, las Autonómicas en particular, se desprenden de la sanidad por motivos de la gestión económica, no parece ser viable a las cuentas del Estado, ni de las Autonómicas… Pero eso sí, repercute en la salud general de la población. Debemos romper una lanza a favor de estas iniciativas, pero con transparencia, gestionando recursos propios para que repercutan en la sociedad plural.
Sobre la gestión, es un tema que tiene que ser transparente, eficaz…, con unas auditorias anuales para que las manos negras no existan. Gastar más de lo que se tiene, ese no es el camino. Reforzar el tema de urgencias es primordial, si las urgencias son eficaces es el primer paso para evitar los ingresos de enfermos, que aparte de ser costosos, se reducen los costes generales. La gestión para que sea eficaz debe haber unos objetivos para remunerar al personal profesional sanitario: la calidad, la satisfacción y, sobre todo, una dirección profesionalizada, no politizada, que sea capaz de implantar criterios de control, mantenimiento y mejora de los servicios (productividad). Hay que poner en marcha una máquina que necesita urgentemente un giro de 360 º, de lo contrario, no se podrá seguir con lo que tenemos.
Los actuales políticos no son servidores de la sociedad, no ven más que el sol que sale a diario, no tienen capacidad de análisis real, les importa un bledo todo lo que ocurre, y lo más grave de todo: “no tienen interés para solucionar los problemas comunes de la sociedad plural”. Estos adjetivos, van más allá del ámbito municipal, aunque lo más elemental y llamativo empieza por uno mismo, la credibilidad…
Al dinero público si no se le exige niveles de retorno previstos, de forma que podamos controlarlo con sistemas objetivos, seguirá siendo gasto público, y el gasto nunca ha conseguido bienestar perdurable en las sociedades, sin embargo, las inversiones bien realizadas son las que nos pueden ayudar a dar un salto cualitativo en cuanto a bienestar social e igualdad de oportunidades, nos llevaran a conseguir mejoras relevantes para los ciudadanos. Este es un tema trascendental, de gran importancia para nuestro país, más cuando tenemos una estructura pública de gran volumen que maneja cantidad ingentes de fondos, estos debemos convertirlos y tratarlos como inversión y no seguir tratándolos como gasto.
Un país que no sabe más que gastar, o la forma de como derrochar sin control, con el único fin pagando el pueblo con la subida de impuestos que no tiene fin. Un país que no sabe crear riqueza o los medios para mantener el bienestar social conseguido, es un país sin rumbo. La inversión debe tener su resultado con la creación de puestos de trabajo bien remunerados, que satisfaga la realización de las personas y desarrollen consumos controlados. Cuando un país no crea riqueza, y tiene como objetivo un gasto descontrolado, con el paro más alto de los países de la UE, es un país sin futuro. Este es mi país, MI COMUNIDAD AUTONÓMICA…
